Un alto general ruso murió este viernes en un atentado con coche bomba en Moscú, confirmaron las autoridades rusas. Según, el comité Investigativo de Rusia, se trata de Yaroslav Moskalik, el último comandante militar ruso o figura pro-Kremlin que se cree que ha sido blanco de los ucranianos dentro de Rusia.
Esto ocurre mientras el enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, se encuentra en Moscú, según informes, antes de las conversaciones previstas con el presidente Putin.
The person killed in the car explosion in Balashikha, Moscow region was a serviceman. This is preliminary information. According to Pro Kremlin media Baza, when the man passed by the Golf, the bomb installed in the car detonated. The serviceman lived in the same area… pic.twitter.com/bl8H8TmQwd
— LX (@LXSummer1) April 25, 2025
La portavoz del Comité de Investigaciones de Rusia, Svetlana Petrenko, dijo: “Un Volkswagen Golf explotó después de que detonara un artefacto explosivo improvisado lleno de perdigones”.
No es la primera vez que figuras militares rusas son atacadas desde el inicio de la guerra, pero los asesinatos selectivos en Moscú son poco frecuentes.
En febrero de este año, Armen Sargsyan, líder de un grupo paramilitar prorruso en el este de Ucrania, falleció en el hospital tras una explosión en el vestíbulo de un edificio residencial en el noroeste de Moscú.
Nadie se atribuyó la responsabilidad del ataque.
En diciembre, el servicio de seguridad ucraniano SBU reconoció su responsabilidad en el asesinato de un general de alto rango a las afueras de un bloque de viviendas en la capital.
El teniente general Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Biológica y Química, murió al detonar a distancia un dispositivo oculto en una motocicleta.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Moscú está “dispuesta a llegar a un acuerdo” con EE.UU. para poner fin a la guerra en Ucrania, aunque algunos elementos deben “afinarse”.
En Ucrania, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha sugerido que su país podría tener que ceder territorio como parte de cualquier acuerdo de paz.
Tres personas murieron, entre ellas un niño y una mujer de 76 años, en el último ataque con drones rusos contra Ucrania.