¡Qué no hizo Jorge Castro! A medida que va avanzando la conversación van surgiendo profesiones, oficios, espacios que fue ocupando a lo largo de la vida, y el curriculum del vallista se engrosa cada vez más. Padre, esposo, locutor, funcionario, maestro y la lista sigue.

Jorge es la voz que le pone vida a la Fiesta del Chivo en La Majadita desde hace unos 15 años. Gracias a esta actividad, que abrazó como profesión, compartió escenarios con Jorge Darío Bense y Jorge Pascual Recabarren, grandes referentes de la cultura gauchesca sanjuanina de quienes reconoce aprendió parte del oficio.

A los 16 años se encontró con la locución y desarrolló una gran pasión por la actividad. Fue una radio del departamento la que le abrió las puertas y le mostró las maravillas que se pueden experimentar detrás del micrófono. “Si pudiese vivir de esta profesión sería el hombre más feliz del mundo”, aseguró a Tiempo de San Juan. Pese a las ganas, tuvo que buscar otros caminos, y eso lo llevó a la educación.

Mientras adquiría experiencia en los escenarios, se formó como maestro rural. Gracias a la profesión recorrió todos los establecimientos educativos de Valle Fértil, conociendo sus realidades, comunidades y necesidades.

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“Eso me llevó a ingresar a la política”, acotó. El viaje en el mundo de la política comenzó en el 2007, cuando fue concejal, pero eso no fue todo. Como se mencionó, Jorge Castro ha ocupado varios lugares en sus 48 años. Fue coordinador adjunto del Parque Ischigualasto, secretario de Cultura y en durante la gestión de Omar Ortiz lo acompañó en la subsecretaría de Gobierno. Actualmente se desenvuelve como presidente del Consejo Deliberante, siempre apostando a la cultura, al turismo y al desarrollo del departamento.

“Somos arte y parte. Estamos dentro del Concejo Deliberante apoyando esta comunidad. Conocemos la realidad del Valle. Creemos y estamos convencidos que el pilar fundamental del crecimiento tiene que ver con el turismo. Al turista les gusta ver y conocer lo que produce el departamento, ya sea en artistas o lo que sea. El turismo es una fábrica sin humo, y por eso hay que potenciarlo”, detalló.

A la lista de Castro se suma que es integrante de una agrupación gaucha y se considera un buen jinete. Además, comparte sus días con quien es su esposa y tiene dos hijos, uno de 22 años y otro de 13. Asegura que ninguno ha manifestado querer seguir sus pasos, pero agradece contar con el apoyo de su familia, fundamental para llevar adelante cada desafío personal que comienza, sea en la política, sea en las aulas o arriba de un escenario poniéndole vida, corazón y alma a su voz para que su participación en cada evento no sea uno más.